Buscando...[Libre]

Había pasado mucho tiempo desde que escucho esas melodías, la ultima vez que sus dedos se desplazaron en el piano interpretándola, él estaba hay sentado, escuchando y siempre exclamaba palabras de admiración hacia Austria. "¿Por que ahora?" no entiende la necesita de volver a entonar las notas, pero tal vez al buscarla encuentre la respuesta.

- se supone que no debo hacerlo... - suspira. - pero no puedo dejar pasar la oportunidad para buscarla... - se levanto del sofá, dejando las partituras que tenia en sus manos en la mesilla, y va en dirección al estante.
- es hora de comenzar.- se dobla las mangas de la camisa y empieza a sacar los libros. "Al parecer lo guarde dentro de uno."

Por primera vez desde que habia comenzado su tour mundial, iba a un pais que no conocia sin perderse, esta vez tenia ordenes estrictas de ir a cierto lugar a molestar a cierta persona. Eso le parecia genial, no estar perdido aunque en ese pais no se iba a perder porque hablaba aleman... pero eso se salia del punto mas importante: Molestar a la Nacion austriaca.

Siguiendo las direcciones d su padre llego a la casa del mismo, tocando la puerta encantado por tener que molestarle. De cierta manera era demasiado igual a su padre, Gilbert.

-Alguien aqui!?-toco mas, tocaria hasta que le abrieses, haciendo melodias con la puerta, algunas que habia estado practicando con su guitarra.

Escucha la puerta, pero no está convencido de que sea verdad. ”¿Quién debe ser o solo es un juego de mi mente?”.
Vuelve a escuchar el sonido, se levanta del piso y se sacude el pantalón. “Los sonidos me parecen familiares…”, atraviesa el salón y va a abrir la puerta, pero se detiene, “no… no puede ser…”, pasa su mano por la frente, le pide a todos los dioses y a cualquier criatura de la tierra que por favor no sea Gilbert, “por favor todos menos él… por favor…no en este momento... por favor...”.

Camina despacio hacia la puerta, respira y la abre.

-Buenos días…- sonríe y observa bien al chico de arriba a abajo, lo reconoce de inmediato.

– ah… ¿qué es lo que te trae por estos lugares? – sonríe amablemente y hace un gesto con la mano invitándolo a pasar.

Entró a la casa aún sonriendo, animado porque le mandaran a molestar a alguien, no era como que supiese hacer tal cosa; no era tan bueno como su padre, pero iba en camino.

- Hallo, bocchan! -exclamó una vez dentro, saludándole con la mano -. Vine a visitarte como germano que eres -sonrió viendo todo a su alrededor, era todo muy ordenado... no le gustaba el orden -. Además de que vives cerca de mi tío West... y así puedo seguir con mi tour mundial

Caminó hasta la sala, sus modales no era exactamente buenos y ahí precisamente no debía serlo.

- Ok… – observa a Pyongsong ir a la sala. Recuerda cuando todos vivían en su hogar, compartiendo momentos muy difíciles juntos y otros muy alegres, “ha pasado muy rápido el tiempo…”
- Cuanto han crecido…- susurra al ver el hijo de Gilbert y sonríe, cierra la puerta y camina hacia la sala.
- Me alegro que estés por estos lados… - sonríe y toma asiento en uno de los sofá.
- toma asiento...

- Crecido? -le vio curioso, no recordaba conocer de mucho a Roderich, aunque suponía que si vivía tan cerca de su tío debían conocerse de algo.

Se sentó en el sofá, poniendo sus botas en la mesa, por primera vez tenía su uniforme cuasi militar. Acababa de terminar su entrenamiento con su padre, no es que fuese muy estricto pero le gustaba estar con su padre... y ensuciarse lo suficiente para ensuciar la casa del otro.

- Sabias que hablas como un anciano? -le comento sacando una cosa de su bolso, una caja de dulces, los había llevado para ambos aun y cuando se suponía que debía molestarle... seguía siendo un niño en el fondo por mas edad que aparentaba -. ¿Te gustan los dulces? A mi si... así que comerás esto! -hablo rápido, soltando después una risa como la de su padre.

Se sorprende al escuchar lo que le dijo el chico.
En verdad esta hablando como un anciano, su mente trata de aclarar desde cuando comenzó a comportarse de esa manera aunque si llegase a encontrar una respuesta no le servirá de mucho.

- me gustan muchos los dulces - le sonrie. Hace unos días atrás había hecho un sachertorte (tarta de chocolate). "Le habría gustado..." piensa mientras recuerda el sabor que esta guardado en su memoria.
Suspira al ver que no podra resignarse a los dulces que le ofrece el chico.
Se levanta y se hacerca para tomar un dulce de la caja.

- muchas gracias... - sonrié, se vuelve a sentar y se come el dulce en la boca.

- ¿puedo ayudarte en algo? - pregunta de manera amable.

- A quien no le gustan los dulces? -rio suavemente mordiendo uno de los dulces que habia traido, disfrutando de su sabor antes de volver a hablar -. Bueno a mi padre no le gustan.

Termino de comer el dulce que habia elegido para si mismo.

- Solo vine de paso... despues ire a recorrer Viena -le respondio ilusionado -. Mi padre me mando a molestarte.... pero... aun no soy muy bueno en eso aqui solo vendre de visita por ahora~

-Concuerdo contigo... es extraño encontrar personas que no le gusten los dulces... Gilbert es de esas personas.-

Observa detenidamente como se come el dulce el chico mientras escucha que se va a recorrer Viena.

-es un gusto que recorras Viena... es un lugar muy lindo, ademas tiene muchas dulcerias.- se rié por lo que ha habia dicho el chico. -me alegro mucho que no seas bueno en molestarme, así no tendré que preocuparme por eso- le sonrié

- Papa es algo extraño con eso del dulce... en definitiva, bueno no es de comer muchas cosas, tampoco gusta de los vegetales y mama solo prepara eso -rio recordando un poco las pocas veces que estaba con su familia-. Irias conmigo? - no pudo evitar preguntar, vivia perdiendose hasta en su habitacion -, asi puedes mostrarmela tu!

No pudo evitar la excusa, costumbre de su padre y el asunto de ser awesome, en el cual el chico no era especialmente bueno pero trataba bastante.

- Y no, no quiero molestarte ahora... -rio.

¿Que no queria molestarlo?, es algo que no puede crear, se supone que es genial como su padre.

Se rié, pero trata de que nose sienta incomodo el chico.
-bueno... si no quieres molestarme esta bién.. - sonrié al pensar que es solo un niño.

-claro, no tengo problemas.. - le soníé - ¿Te vas a quedar más dias en la ciudad?.